sábado, 11 de diciembre de 2010

Todas las historias deben empezar por un principio...



...Y supongo que un buen principio para esta es tratar de saber quien soy. Me llamo Miguel. Miguel Alejandro en realidad, pero nadie usa el segundo, la verdad es que parece un nombre de telenovela sudamericana. Mis 19 años se van acercando a los 20 y no se exactamente cuanto mido, pero debo estar sobre 1,90. Sobre el peso mejor no digo nada, que es de mala educación. Ojos marrones y pelo de color raro, supongo que castaño claro, pero con posibilidades de cambio según la estación. Vamos, lo que viene siendo un “delmon”.

Estamos en Diciembre, cerca de la Navidad. Ciertamente me gusta la Navidad. No es algo que se celebre excesivamente en mi familia, nada de luces, ni árbol… Creo que este año ni belén. Polvorones, turrón y poco más. Odio los polvorones y el turrón. Me gusta salir a la calle, abrigado y que se me quede la nariz fría. Y las manos, en invierno siempre las tengo frías, pero eso no me gusta. Me gusta ver las luces en la calle y me gusta ver a la gente en familia paseando, viendo escaparates y planeando como van a ser sus navidades este año. Me siento feliz.

Pero no es lo único que me gusta de estas fechas. También me gusta ver llover, me gusta pensar que estoy sentado en alguna cafetería antigua, de estas con sillones de cuero y con grandes ventanas que dan a alguna plaza antigua de alguna ciudad con historia. Me gusta pensar que estoy con alguien, que el café esta caliente y que la historia que me está contando es tremendamente apasionante. También puedes sustituir la lluvia por nieve; o la compañía por un buen libro.

En invierno también me gusta dormir. Que haga frío y llenar la cama de mantas para que cuando me arrope, me pesen y parezca una cueva.

En primavera tengo alergia. Gramíneas.

En verano me gusta tomar el sol. Hasta estar como una cucaracha. Me gusta hacerme mis listas de música para escucharlas mientras me pongo como un torrezno.

Y en otoño me gusta ir de paseo para ver como los árboles cambian de color.

 Fumo. No debería pero a veces lo hago. Y cuando lo hago me gusta que sea Lucky. Me gustan sus cajas de lata de “edición limitada”. También bebo, pero eso siempre con moderación… casi siempre. Y me gusta beber Legendario. Con Coca Cola obviamente. Me gusta coleccionar vasos. Tengo de todos los tipos: anchos, con eslóganes de bebidas, de chupitos, altos, bajos, copas de balón, de Martini, de champán… me gustan los vasos. Y las tazas. Con vacas, me gustan las tazas con dibujos de vacas para desayunar.

Muy a mi pesar me gusta comer. Demasiado. Me gusta la pasta, los macarrones y los spaghetti sobre todo. Creo que podría sobrevivir a base de pasta. Me gustan de cualquier manera y con cualquier salsa. Y se de alguien que me debe una receta secreta de salsa para pasta. Odio las habas, o al menos las habas que hace mi madre. Y en verano me gusta la ensalada con mucha lechuga. Y si es con pasta mejor que mejor. Ah y la comida china es el mejor invento del mundo. Y la sopa es comida de enfermos.

En mis ratos libres (muy numerosos) me gusta leer, aunque últimamente lo tengo un poco abandonado. El libro que me estoy leyendo ahora es el último de Ken Follet, “La Caída de los Gigantes” y la verdad el otro día me quede frito al rato de intentar leerlo. Antes de este me leí el de “La soledad de los números primos” no recuerdo el autor, pero me encantó. Pero creo que puedo decir que el libro que más recuerdo ha dejado en mi cabeza ha sido “Lucrecia Borgia” de Cecil Saint-Laurent, no lo busques porque dudo que lo haya ya en algún sitio. El que tengo es de mi abuela y lo encontré un día enredando en una estantería del sótano. Me gusta como esta amarillo y huele a viejo cuando me lo leo.

También me gusta ver series. Solo voy a decir Gossip Girl por no aburrir con una lista mas larga.
De pelis también hay una lista muy larga, pero bueno voy a decir dos solo: Moulin Rouge y Grease. Bueno, y El Castillo Ambulante. Esa es de anime y me gusta tanto que la vería una y otra vez. Las otras también las vería una y otra vez.

Me gusta hacer el tonto. Me gustan los chistes malos, cuanto peores más me río. Me gustan las papa-deltas. Me gusta jugar a ver que cara tienen los coches y también ponerles nombre. Mi canción es “Vespa Especial” de Luna Pop. Me gustaría tener una “nuestra canción”. Me gusta mi Blackberry. Me gusta estar con mis amigos. Me gusta Bob Esponja. Me gusta salir de compras en cuanto puedo, mi madre piensa que mi reto es hacer explotar mi armario. Me gusta como suena tu nombre. La cara que pones cada vez que sonríes. Y lo bien que hueles cuando te abrazo.

No me gusta hablar de mis sentimientos. No a no ser que este totalmente seguro de que la persona a la que se los cuento es merecedora de ello. Y cuesta bastante llegar a merecerlo. Mi vida es mía. Pero a veces hay quien necesita conocerte para saber quién eres realmente, y si de verdad te importa, debes abrirle las puertas.

Subirte al acantilado más alto de tu conciencia, mirar hacia abajo toda la marea de sentimientos, emociones, historias… pasado, presente y futuro. Cerrar los ojos y lanzarte al vacío.

A veces, las cosas suceden y las historias comienzan. Nunca vamos a saber si es para bien o para mal, lo único que podemos hacer es darlo todo de nuestra parte pensando que merecerá la pena. Y, probablemente, pase lo que pase merecerá el esfuerzo. Porque los caminos pueden ser largos y enrevesados, pero siempre acabas llegando a un destino. Y pondré todo de mi parte para intentar que ese destino sea el mejor. Comienzo apuntando una fecha en mi calendario: 30 de Junio.


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