jueves, 3 de marzo de 2011

3words 8letters


Lo valiente es decir “te quiero” y tener valor para escuchar un “yo no”.

Te quiero, esas dos simples palabras que sin embargo puede cambiar todo el curso de tu vida. Esas dos palabras que al principio tanto cuesta pronunciar y que con el paso del tiempo adquieren casi un valor de rutina.

Siempre hablan de las historias de amor con final feliz, de aquellas que obtienen un “yo también te quiero” como respuesta. Pero, ¿qué pasa con aquellos que no? Esas almas infelices que ante su mayor deseo expresado de forma oral solo obtienen silencio como respuesta.

La valentía de expresar los propios sentimientos, por desgracia no va acompañada de la seguridad de que estos sean correspondidos o no, pero esto es algo que cada uno asume cuando decide manifestarlo. Y una vez hecho no hay vuelta atrás.

Parece que algo se rompe cuando el deseo y el amor no son correspondidos, el alma se repliega sobre si misma dispuesta a sumirse en una profunda oscuridad, renegando de los sentimientos que una vez albergó. ¿Por qué sucedió esto? ¿Por qué tuve que decirlo? Por qué, por qué por qué…

Suceden tantas cosas en el mundo que están fuera de nuestra comprensión, que resulta difícil aclararse una vez estas dentro del torbellino. Pero ante todo hay que tener claro la belleza particular de cada una de nuestras propias almas algo que, algún día, alguien sabrá apreciar con toda su magnitud.

Amar y ser amado es el mayor tesoro al que un hombre puede aspirar. Pero no siempre sucede así.

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